Allegro ma non tropo: Demonio Rojo, Demonio Azul

Estereotipos y tropos de personajes y situaciones en la ficción hay tantos como situaciones posibles podrían haber, y siempre hay alguno más que se nos pueda escapar. Eso es lo que pretendo tratar en esta sección, Allegro ma non tropo, hablar de estereotipos conocidos que se usan en ficción y explayarme un poco en ellos.

Uno de mis estereotipos favoritos ficticios de siempre es el llamado Demonio Rojo/Demonio Azul, que se ha usado en multitud de obras literarias y de entretenimiento y de distintas formas. A continuación hablaré de él un poco más para que lo conozcáis mejor.

Estatuas de demonio rojo y azul a la entrada de la fuente termal de Noboribetsu en Hokkaido, Japón


Orígenes
El origen de este tropo viene de una fábula para niños japonesa llamada “Aka Oni, Ao Oni” En el folklore japonés, los oni son criaturas feroces y/o monstruosas, vagamente humanas, provenientes de alguna clase de inframundo o mundo espiritual. Las traducciones más comunes para oni son “demonio”, “ogro” o “monstruo”. Y de ahí que la traducción sería precisamente “Demonio Rojo, Demonio Azul”. La fábula reza así:

Hace mucho tiempo, entre los bosques y montañas más recónditas de Japón, vivían escondidos un demonio rojo y un demonio azul. Al demonio rojo le gustaban mucho los niños, pero estos le temían por su aspecto. Aún así, siempre andaba pensando maneras de poder ser su amigo. El demonio azul, conmovido por los sentimientos de su amigo, le quiso ayudar y le propuso un plan: él se encargaría de aterrorizar a los niños para que fuera el demonio rojo quien le ahuyentase y los salvara, de ese modo podría hacerse su amigo. El plan funcionó, y el demonio rojo se hizo muy popular entre los niños; todos querían jugar con él.

Un día, el demonio rojo se encontró una nota. Era del demonio azul, y decía: “si los niños descubren que eres amigo mío, nunca más vendrán a jugar contigo. Así que me marcharé, vive feliz con los niños”. El demonio rojo lloró al perder a su amigo más querido, sabiendo que nunca más se volverían a ver.

El modo en que funciona este tropo la mayoría de las veces no es tan literal. Muchas veces los personajes ni siquiera van vestidos de rojo o de azul (o de verde, como explicaré más abajo), o incluso tengan los colores cambiados, pero tienen características generales que les definen. Los “demonios rojos” son mucho más viscerales, impulsivos y pasionales, mientras que los “demonios azules” son flemáticos, calmados y reservados.

Como ocurre con todos los estereotipos, estas características a menudo se subvierten o se amplían. Es muy frecuente que un Demonio Rojo, aunque agresivo, sea amistoso y de actitud relajada, y que un Demonio Azul oculte una personalidad más volátil bajo la superficie tranquila e impasible. Al final, la esencia del Demonio Rojo/Demonio Azul es siempre la misma: opuestos complementarios. El Yin y el Yang. Orden y caos. Luz y oscuridad.

No obstante no se debe confundir con el concepto que tenemos de bien y mal, porque muchas veces no tiene nada que ver, y no es de lo que va este estereotipo. Hay tanto personajes héroes como villanos indistintamente de si es un Demonio Rojo o un Demonio Azul. Lo que sí suele cumplirse es que este tropo va ligado a personas (o grupos de personas) que tienen un fuerte vínculo entre sí, sean amigos, familiares, compañeros de trabajo, aliados, rivales o incluso enemigos.

¿Azul y verde son lo mismo?


En la antigüedad, en algunas civilizaciones como China o Japón no existían ciertos colores como los conocemos hoy en día. No era que no los percibieran, más bien que no tenían un nombre específico para ellos. En japonés, verde y azul comparten el mismo kanji (青). Este kanji se lee como ao, y aunque también existe la palabra midori (緑) para definir al verde (proviene del nombre que se le da a los brotes tiernos verdes)  ésta es más moderna, y se usa aoi (como adjetivo) para definir al verde y al azul dependiendo del contexto y del tono del color. Esto es algo que ocurre sobre todo con las luces de los semáforos; en Japón no se dice que el semáforo cambia a verde, sino que cambia a azul. (1)

Un semáforo japonés.


En los registros más antiguos de la lengua japonesa, ao y aka (el color rojo, hoy en día) indicaban la claridad de un color. Aunque ya había palabras para oscuridad y luz (kuro y shiro), ao era utilizado para los tonos más oscuros, y aka para los más claros entre la gama de colores. Aplicados estos conocimientos al concepto de Demonio Rojo/Demonio Azul, la analogía tiene mucho más sentido.

Además esto también tiene su explicación en la Teoría del Color, donde el rojo y el verde son colores complementarios, colores que se encuentran en una posición opuesta dentro del círculo cromático (y el verde se obtiene a partir de la mezcla entre azul y amarillo). Los personajes que se encuentran dentro de Demonio Rojo/Azul siempre responden a conceptos opuestos.

Demonio Rojo/Demonio Azul en videojuegos japoneses

Aunque la aparición de este tropo no es exclusiva a obras de ficción japonesas, sí que es muy popular entre ellas, y los videojuegos no son una excepción. Siempre se refiere a dos personajes y la comparación entre ellos. Un ejemplo notorio está en la saga de The Legend of Zelda: Ganondorf, el villano, está representado por el color rojo, que es también el color de Din, la Diosa del Poder; en contraposición a Nayru, la Diosa de la Sabiduría, cuyo color es azul y su adalid es la princesa Zelda. Mientras tanto, a Link se le relaciona con Farore, la Diosa del Valor, de color verde (y ya hemos quedado que en Japón verde y azul viene a ser lo mismo), color opuesto al rojo de Ganondorf. En Okami, existen unos enemigos llamados de forma literal Oni Rojo y Oni Azul, que atacan con fuego y hielo respectivamente.

Esquema de la Trifuerza con los colores y respectivos símbolos de sus diosas


En la saga Pokémon hay una miríada de ejemplos, pero los más notables son los protagonistas de Pokémon Rojo/Azul (y Amarillo); irónicamente, Rojo sería el Demonio Azul puesto que es silencioso y estoico, y Azul, su eterno rival, sería el Demonio Rojo, arrogante e impaciente. Además de que estos juegos en Japón se conocen como Pocket Monsters: Aka & Midori (Rojo y Verde), teniendo un remake en 2004 llamado Pokémon FireRed & GreenLeaf para la Game Boy Advance y los Pokémon iniciales de cada generación desde Rojo/Azul siempre son de la trinidad Fuego-Agua-Planta (Rojo-Azul-Verde).

Presentación de Caín y Abel, personajes de Fire Emblem: Shadow Dragon, para la aplicación para móviles Fire Emblem Heroes


En la saga Fire Emblem hay un tropo específico dentro de los juegos asignado al Demonio Rojo/Demonio Azul; normalmente suele ser un par de caballeros (clase jinetes) que tienen alguna conexión previa entre ellos y que se ajustan a estas características. Esto empezó con unos caballeros que acompañan al protagonista Marth, llamados Caín y Abel, del Fire Emblem: Shadow Dragon and The Blade of Light; el primero lleva una armadura roja y el segundo una armadura verde. Generalmente, los caballeros rojos (Caín) suelen ser impulsivos, cuyas estadísticas oscilan más hacia Fuerza, Destreza y PV (Puntos de Vida), mientras que los caballeros verdes (Abel) son más calmados y sus estadísticas tienden a crecer más hacia Velocidad, Habilidad y Suerte (o Resistencia, según el juego), aunque estas características pueden intercambiarse dependiendo del juego; siempre comparten la misma clase y suelen reclutarse para el mismo ejército. No obstante, dentro del mismo juego pueden haber más de dos personajes que compartan ese mismo tropo. Un ejemplo son las hermanas jinetes de pegaso Palla, Catria y Est (Verde, Azul y Rosa (Rojo) respectivamente) que aparecen en más de una entrega de esta saga.

Y como estos hay miles de ejemplos más en ficción, no sólo videojuegos (incluso en lo que no es ficción japonesa), pero ya que el tropo viene dado por una fábula japonesa he preferido centrarme en ello. A la siguiente quizás me expanda más o haga hincapié en otros aspectos de este tropo u otros.

Pero eso será en otra ocasión.

--------------------------------------------

(1) Aoi para referirse a verde está cada vez más obsoleto y su uso se ha quedado más reducido a ciertas expresiones y situaciones, como las luces del semáforo o expresiones como “estar verde/ser ingenuo o inmaduro”, que tiene la misma connotación que en castellano.

Comentarios

  1. Oye pues me ha parecido muy interesante este tropo. Lo que más me ha gustado es la fábula que lo origina.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que es fascinante, y tiene aún mucho donde cortar. Pero el artículo me estaba quedando muy largo ya xD
      Gracias por leer!

      Eliminar
  2. Sospechaba que este tropo saldría tarde o temprano xD
    Muy interesante el artículo y el nombre de la sección me parece maravilloso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Bienvenidos: Una pequeña declaración de intenciones

Mujercitas, o Cómo vencer al orgullo